A dos meses del asesinato de Mariano Ferreira. A 9 años del 20 de diciembre de 2001. Muchas cosas han cambiado, pero desde los distintos gobiernos del Estado se sigue calificando a las necesidades populares de usurpadoras y se las reprime con balas de las fuerzas de seguridad o con burocracia sindical (como en Barracas, Formosa, Soldati y tantos sitios). A los pobres, a los de abajo se los acusa por (SACAR sospechosos de) querer tierras, viviendas, un puesto de trabajo que no esté subordinado a los punteros. Se los mira como sospechosos cuando quieren (SACAR de querer) terminar con la precarización. Y como si esto fuera poco aflora nuevamente un racismo contra nuestros hermanos/as latinoamericanos, que se da la mano con todo lo que huele a pobre, precarizado y excluido. Somos parte de esos trabajadores mestizos, indios, negros o blancos de Nuestra América que buscamos trabajar, estudiar, tener una vivienda o tierras que nos han sido usurpadas y que nos organizamos en nuestros lugares de trabajo democráticamente por nuestros derechos. Y lo hacemos luchando solidariamente para que haya un poco para todos, y no mucho para algunos. Por eso, este lunes numerosas organizaciones nos volveremos a convocar para marchar a Plaza de Mayo y recordar el levantamiento popular del 19 y 20 de 2001. En aquellos días, en todas las ciudades del país, miles de personas asumimos nuestro protagonismo y salimos a las calles. Hartos de sufrir la miseria, la represión, la injusticia y la pérdida creciente de derechos salimos a gritar ¡basta!
¡Qué se vayan todos! fue el grito que más se escuchó. Los dueños del poder no se quedaron cruzados de brazos y la represión fue feroz. Casi 40 muertos a nivel nacional (todos del lado del pueblo) fue el saldo sangriento de esas jornadas. Pero el levantamiento marcó un punto de inflexión. Como en otros países de Nuestra América, se acabó el monólogo de las políticas enmarcadas en el Consenso de Washington. Ya nadie pudo gobernar simplemente pisoteando a las mayorías. Pero que nadie se engañe. Muy lejos estamos de un país con justicia para los sectores populares. Nuestros mayores, después de haber aportado toda su vida, siguen cobrando jubilaciones de miseria. El gobierno nacional dice que no hay plata para los jubilados, tampoco para un plan de viviendas que alcance a toda la población sin techo, no hay plata para cooperativas sin punteros en todo el país mientras prepara el pago de 7000 millones de dólares a los usureros del Club de París. Poco hacen los Ministerios para ponerle coto a la sed de ganancias de las corporaciones y mucho menos para terminar con la tercerización y otras formas de precarización laboral.Por eso a 9 años del 19 y 20 decimos: Basta de impunidad y represiónJuicio y Castigo a los responsables políticos de los asesinatos del 19 y 20 de diciembre del 2001, a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda, a los responsables materiales y políticos de los compañeros sin techo de Soldati. Urgente implementación de planes de urbanización y de viviendas para todos.Juicio y castigo a toda la burocracia de Pedraza, a la patronal de Ugofe y a la policía por el asesinato de Mariano Ferreyra. Pase a planta permanente de todos los tercerizados. Basta de precarización laboral.Juicio y castigo a los asesinos de Roberto López en Formosa. Destitución y cárcel para Gildo Insfrán. Restitución de la tierra a los campesinos. Basta de este modelo agroexportador y minero.Sigamos juntos en las calles para luchar contra la impunidad y por todos nuestros derechos.Sigamos profundizando la organización popular y la construcción de la unidad de los pueblos de Nuestra América.COMPA (Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina
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